Morderse las uñas, un hábito conocido como onicofagia, es una conducta repetitiva que muchas personas practican de forma automática, casi sin darse cuenta. Habrá quienes lo hagan en situaciones de estrés y ansiedad, mientras que otros lo harán sin ser conscientes de ello en momentos de aburrimiento o concentración, o por ser un gesto adquirido sin más.