¿Cuándo recurrimos a la terapia fotodinámica en odontología?

Terapia fotodinámica en odontología - Centro Dental Lavapiés

En los últimos años, en nuestro sector profesional no han dejado de surgir técnicas innovadoras que permiten tratar patologías bucales de forma menos invasiva y más eficaz. Una de ellas es la terapia fotodinámica en odontología (TFD), un tratamiento que combina un agente fotosensible, luz de baja intensidad y oxígeno para destruir selectivamente células dañinas o microorganismos.

Aunque comenzó utilizándose en medicina general para tratar ciertos tipos de cáncer y enfermedades dermatológicas, hoy la TFD ha demostrado ser muy útil en diversas áreas de la salud bucodental. ¿Quieres que te expliquemos un poco más?

¿Qué es la terapia fotodinámica odontológica?

La terapia fotodinámica en odontología consiste en aplicar un agente fotosensible -habitualmente en forma de gel- sobre la zona bucal afectada por la presencia de bacterias, microorganismos y otros patógenos.

Este compuesto se activa mediante una fuente de luz específica (como un láser o una lámpara LED de longitud de onda controlada), lo que genera una reacción que libera radicales libres y oxígeno. Esta combinación tiene un potente efecto antimicrobiano y citotóxico, destruyendo bacterias, hongos e incluso células inflamatorias sin dañar el tejido sano.

¿Cuáles son sus principales beneficios?

Entre los beneficios más destacables de la terapia fotodinámica se encuentran:

  1. Permite tratar la presencia de esos patógenos de forma muy específica.
  2. Garantiza la eliminación de bacterias ya que no suelen resistirse a esta terapia, algo que sí puede ocurrir cuando se administran antibióticos con el mismo fin.
  3. Es una técnica mínimamente invasiva y de rápida recuperación del paciente.
  4. Es un tratamiento indoloro, no requiere anestesia y no presenta efectos secundarios relevantes, por lo que es bien tolerado incluso en pacientes con condiciones especiales.

¿Cuándo es recomendable recurrir a la terapia fotodinámica en odontología?

La TFD está especialmente indicada en odontología en casos donde existe una infección localizada o una carga bacteriana elevada. Por ejemplo:

  1. Enfermedad periodontal: se emplea como complemento al raspado y alisado radicular para eliminar bacterias presentes en bolsas periodontales profundas.
  2. Periimplantitis: ayuda a descontaminar la superficie de los implantes dentales sin comprometer su integridad.
  3. Tratamiento de caries incipientes: especialmente en zonas difíciles de acceder o en pacientes que no toleran bien métodos convencionales.
  4. Lesiones orales premalignas o mucositis: contribuye a controlar la proliferación celular anómala o inflamación en tejidos blandos.
  5. Endodoncia unirradicular: se aplica como apoyo para desinfectar el conducto en piezas con una sola raíz, potenciando la eficacia del tratamiento de endodoncia convencional y mejorando el pronóstico a largo plazo.

 

 

La terapia fotodinámica en odontología se ha convertido en una herramienta útil, segura y eficaz para tratar la presencia de bacterias, virus, hongos…. Su aplicación no sustituye a los tratamientos tradicionales, pero los potencia y mejora sus resultados, especialmente en casos donde la infección o la inflamación son protagonistas. No se usa siempre, pero en el Centro Central Lavapiés recurrimos a ella como técnica de apoyo en casos en los que lo consideramos adecuado para la salud bucal de los pacientes.

 

Centro Dental Lavapiés

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