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La demanda de tratamientos de estética dental ha crecido notablemente en los últimos años. Todo el mundo quiere mejorar su apariencia y, para ello, la sonrisa juega un papel decisivo. Quizás por eso, dentro de todas las técnicas que hoy existen en este campo, el blanqueamiento dental es la más solicitada para conseguir una sonrisa más blanca, luminosa y perfecta.
Por otro lado, algo que sí nos ha sorprendido en nuestro centro dental es todo lo que han investigado, previamente, los pacientes interesados en este tratamiento. La mayoría están muy informados y, por lo tanto, se plantean más dudas. Por ejemplo, a muchos les preocupa la posible afectación del esmalte tras un blanqueamiento dental. ¿Qué consecuencias en el esmalte tiene someterse a esta técnica? ¿Es posible conseguir dientes visiblemente más blancos sin comprometer la integridad de su estructura? Hoy analizamos esta cuestión.
Blanqueamiento dental y sus consecuencias en el esmalte
La respuesta, basada en la evidencia clínica y científica más reciente, es clara: siempre que el tratamiento de blanqueamiento dental esté bien indicado, bien ejecutado y se utilicen métodos profesionales autorizados no tiene por qué tener consecuencias en el esmalte.
Los tratamientos actuales de blanqueamiento dental, cuando son realizados bajo supervisión odontológica y utilizando principios activos regulados (como el peróxido de hidrógeno o de carbamida en concentraciones seguras), no deterioran ni erosionan el esmalte dental.
Estos agentes actúan a través de una reacción de oxidación que penetra en los túbulos dentinarios y degrada los pigmentos orgánicos causantes de la coloración, sin dañar la matriz mineral del esmalte.
Sin embargo, es importante matizar que, aunque los protocolos modernos son seguros en términos generales, no todos los pacientes presentan las mismas condiciones dentales.
Algunas excepciones a tener en cuenta
Como decíamos, aunque por normal general, el blanqueamiento dental no tiene consecuencias en el esmalte ni compromete su integridad, en algunos casos hay que prestar especial atención. Toma nota si estás en alguna de estas situaciones:
- Tener microfisuras en el esmalte
- Sufrir un desgaste ácido
- Padecer hipersensibilidad o una mineralización irregular
En estos casos, si no se realiza una valoración previa adecuada, el procedimiento podría generar problemas como que se agriete más una fisura, que aumenta la sensibilidad transitoria o el riesgo de desmineralización localizada.
Ojo con los blanqueadores domésticos
Por otra parte, el abuso de productos blanqueadores adquiridos sin prescripción —como tiras, pastas o geles de origen incierto o mal formulados— sí representa un riesgo real. Muchos de estos productos contienen abrasivos o agentes ácidos que erosionan mecánica o químicamente la superficie del esmalte, comprometiendo su integridad con el uso continuado.
Por eso, antes de iniciar cualquier tratamiento de blanqueamiento, es fundamental realizar un diagnóstico personalizado en un centro en el que se valore el estado del esmalte, la presencia de restauraciones, la causa del oscurecimiento y las expectativas del paciente.
En nuestro departamento de estética dental en Lavapiés (Madrid) contamos con una amplia trayectoria y podemos indicar el método blanqueador más adecuado para ti (ambulatorio, clínico o combinado), controlar los tiempos de exposición y aplicar medidas de protección cuando sea necesario para evitar consecuencias en el esmalte dental.
En definitiva, el blanqueamiento dental es hoy una técnica eficaz y segura, que no compromete la salud del esmalte cuando se realiza de forma profesional y con un diagnóstico riguroso previo. La clave está en personalizar el tratamiento y evitar soluciones rápidas o sin respaldo clínico. Una sonrisa más blanca es posible sin renunciar a una estructura dental sana. Reserva tu cita en el Centro Dental Lavapiés.
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