¿Se puede producir una luxación en las piezas dentales?

Luxación dental - Centro Dental Lavapies

Seguro que has oído hablar de las luxaciones de hombro, de muñeca o de tobillo, pero ¿habías oído hablar alguna vez de la luxación dental? Pues aunque no lo creas este tipo de lesión también puede afectar a la cavidad bucodental y en este post vamos a explicarte exactamente cómo son y cómo se curan este tipo de luxaciones.

¿Qué es exactamente una luxación dental?

Como ocurre con las luxaciones que se producen en otras partes del cuerpo, su origen suele estar en un traumatismo, es decir, en un fuerte impacto que recibe una persona en la boca. Pero para que se produzca la mencionada luxación, ese impacto debe provocar, no la rotura sino el desplazamiento de una pieza dental de su posición natural. Esto suele provocar que pase a tener una separación mayor con respecto al resto de piezas e incluso se puede producir  una pérdida de los tejidos que están a su alrededor.

Lo que realmente hace que hablemos de luxación dental es que el traumatismo afecta a la estructura del diente, incluyendo al ligamento periodontal y al hueso alveolar, de ahí que se produzca el desplazamiento al que antes hacíamos referencia. Ese desplazamiento puede ser mayor o menor, siendo en algunas ocasiones mínimo, casi imperceptible.

¿Cómo se cura una luxación dental?

Una vez diagnosticada la luxación dental, se debe iniciar un tratamiento que será totalmente personalizado en función de la pieza afectada y de las circunstancias generales del impacto que la ha causado. En cualquier caso, podemos hablar de tres fases en esta cura:

1.- Recolocar la pieza dental que ha sufrido la luxación.

La recolocación se realiza de manera manual con instrumental específico, y después se comprueba mediante radiografía si la posición recuperada es la natural y correcta para permitir una perfecta funcionalidad y oclusión.

2.- Inmovilización del diente.

Una vez recolocada la pieza, esta debe ferulizarse para conseguir que se mantenga estable. Lo que se hace en estos casos es unirla a dos o más piezas contiguas para aumentar la estabilidad y evitar que se mueva. En muchos casos se recurre a un alambre de composite que mantiene fijo el diente o a una férula termoplástica. Esto viene a ser el equivalente de una férula de inmovilización o al vendaje que se pondría en una extremidad del cuerpo.

3.- Control del odontólogo.

Tras un par de semanas con el diente inmovilizado, el paciente debe someterse a una revisión para valorar si la luxación está curada o si es necesario aplicar algún tratamiento más.  Este control posterior es fundamental para garantizar la estabilidad futura del diente y tener la total seguridad de que no se moverá y podrá salvarse del impacto sufrido.

 

Actuar con rapidez es importante en estos casos, de ahí que si recibes algún golpe, tienes un accidente… y notas que alguna pieza dental se ha movido, aunque no sientas excesivo dolor, debes acudir a nuestro clínica dental en Madrid Centro para que examinemos tu boca. Quizás puedas estar sufriendo una luxación dental y debes tratarla lo antes posible o necesites una endodoncia o cualquier intervención relevante.

Centro Dental Lavapiés

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