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Es una cuestión de moda. Desde hace algunos años, muchas personas deciden ponerse un piercing en la zona de la boca: lengua, labios, mejilla o frenillo. Sin embargo, esta simple acción puede tener consecuencias negativas para su salud bucodental. En la mayoría de los casos, las personas que toman esta decisión lo hacen para mejorar su apariencia. Pero, como clínica especializada en estética dental en Madrid, queremos hacer hincapié en que esta práctica puede ocasionar problemas de diversa consideración.
En primer lugar, tendremos que tener en cuenta que para colocar el piercing es necesario hacer una perforación. Inevitablemente, esto ocasionará una herida que habrá que curar y vigilar para que no se infecte. El lugar en el que se realice el piercing debe tener unas condiciones sanitarias y de higiene mínima para garantizar la seguridad de los personas. Pero, sobre todo, el mayor riesgo reside en el hecho de que piercing rozará de forma continua las encías o los dientes, lo que puede originar diferentes problemas.
Desde Centro dental Lavapiés queremos abordar en esta entrada cuáles son los principales riesgos de cada uno de los piercing que se colocan en la zona de la boca.
Si, por ejemplo, quieres hacerte un piercing en la lengua tienes que saber que se trata de un músculo con muchos vasos sanguíneos. La persona que lo coloque tendrá que tener ciertos conocimientos y, si no lo hace bien, podría provocarte una hemorragia importante. La infección es otro de los problemas frecuentes, ya que en la boca hay muchas bacterias. Además, el objeto metálico puede ocasionarte problemas para hablar o comer, excesos de salivación o lesiones en los dientes.
El labio es otra de las zonas donde, frecuentemente, se colocan piercings. Supone los mismos riesgos que en la lengua, en cuanto a que roza los dientes y las encías. Pudiendo, además, ser un desencadenante de la recesión gingival. Si decidimos quitarnos el piercing, irremediablemente, nos quedará una cicatriz.
El frenillo es la zona más delicada y optar por un piercing aquí podría suponer el desgarro del mismo. Sin contar con el resto de problemas que ya hemos visto a lo largo de esta entrada.
En cualquier caso, si tienes cualquier problema relacionado con el piercing lo más recomendable es visitar al odontólogo para que pueda realizar un diagnóstico adecuado. Y recuerda, la mejor estética dental es una sonrisa bonita y saludable.
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