Cinco motivos bucodentales para no morderte las uñas

Morderse las uñas, un hábito conocido como onicofagia, es una conducta repetitiva que muchas personas practican de forma automática, casi sin darse cuenta. Habrá quienes lo hagan en situaciones de estrés y ansiedad, mientras que otros lo harán sin ser conscientes de ello en momentos de aburrimiento o concentración, o por ser un gesto adquirido sin más.

Es obvio que unas manos con las uñas mordidas no lucen precisamente bonitas. Pero su impacto no se queda solo en lo estético, ya que esta fea costumbre, aparentemente inofensiva, puede tener consecuencias importantes para la salud bucodental. Dientes, encías, mandíbula y mucosas orales se ven directamente afectadas por el contacto frecuente con las uñas y los gérmenes que arrastran. ¿Quieres saber por qué deberías no morderte las uñas?

Conoce estos peligros para no morderte las uñas

Como decíamos, podrías pensar que el principal motivo para no morderte las uñas es el estético: así pasarías a tener unas manos más bonitas, con dedos más finos y estilizados. Sin embargo, quizás tengan más peso los motivos bucodentales que respaldan esta decisión. Porque, aunque no lo sepas, esto es lo que ocurre a las personas que tienen ese hábito:

1.- Desgaste dental prematuro

El acto repetitivo de morder las uñas somete a los dientes, especialmente a los incisivos, a una carga mecánica constante para la que no están diseñados. Esta presión puede provocar microfisuras en el esmalte o incluso fracturas en casos más extremos, favoreciendo el desgaste anticipado de las piezas dentales. En nuestra clínica, hemos colocado más de un empaste dental en Madrid por las roturas causadas por morderse las uñas.

2.- Mala posición dentaria

Cuando morderse las uñas se convierte en un hábito persistente, especialmente durante la infancia o adolescencia, puede alterar la posición de los dientes, generando apiñamientos o desplazamientos. En personas que llevan ortodoncia, el daño puede ser aún más evidente, interfiriendo en el tratamiento y prolongando su duración.

3.- Infecciones orales y gingivitis

Todos los motivos son importantes para no morderte las uñas, pero este, si cabe, deberías tenerlo muy presente: las uñas acumulan gran cantidad de bacterias, hongos y suciedad, incluso en personas con una buena higiene. Al introducirlas en la boca, estos microorganismos acceden fácilmente a encías y mucosas, favoreciendo la aparición de infecciones, inflamación gingival o incluso aftas dolorosas. Podrías evitar muchas infecciones dentales e incluso digestivas si dejas de comerte las uñas.

4.- Lesiones en las encías y mucosas

El roce constante con las uñas puede provocar microtraumatismos en las encías y los tejidos blandos de la cavidad oral. Estas pequeñas heridas son una puerta de entrada para patógenos y pueden complicarse si no se tratan a tiempo, dando lugar a lesiones persistentes o dolorosas.

5.- Disfunción temporomandibular (DTM)

El esfuerzo mandibular que implica este hábito también puede afectar negativamente a la articulación temporomandibular (ATM), generando molestias al abrir o cerrar la boca, chasquidos articulares e incluso dolores de cabeza asociados a una sobrecarga muscular.

Morderse las uñas no solo juega en contra de la imagen estética de tus manos, sino que representa un riesgo real para tu salud bucodental.

Abandonar esta conducta mejora no solo tu sonrisa, sino también tu salud y tu bienestar general y evitará la posibilidad de sufrir algunas enfermedades, además de infecciones que podrían llegar incluso hasta tu intestino.

Sabemos que no es fácil, que una vez adquirido este hábito es muy difícil de quitar, pero ¡inténtalo! Existen soluciones eficaces y personalizadas para ayudarte a superarlo, desde esmaltes con sabores desagradables hasta la colocación de uñas de gel orientadas a ir desterrando, poco a poco, este gesto adquirido.

La cuestión es que no morderte las uñas es lo mejor que puede pasarte y desde el Centro Dental Lavapiés te animamos a intentarlo tanto por tus manos como por tu salud bucodental.