Normalmente, a los trece años de edad ya deberían haber salido los colmillos definitivos. Sin embargo, no siempre es así, en ocasiones esto no ocurre porque los colmillos se encuentran retenidos. En nuestra clínica especializada en ortodoncia invisible en Madrid te contamos que las consecuencias de este problema son muchas y variadas, pueden provocar: contracturas musculares, inestabilidad corporal o la imposibilidad de descansar de forma adecuada durante las noches.